Bienvenidos. Este lugar tiene, principalmente, el propósito de compartir fotografías de las diversas manifestaciones religiosas y culturales de la ciudad de Martos. Son imágenes que he ido tomando durante años, muchas fueron publicadas en las páginas de la Revista Nazareno, en boletines de cofradías marteñas, las más afortunadas han sido portadas de algunas de estas publicaciones. También hay fotografías que se han popularizado en estampas, carteles de Semana Santa y de Glorias, carteles de Cofradías e incluso utilizando alguna se han confeccionado lonas que cuelgan en numerosos balcones de la localidad.

Todas estas fotografías fueron tomadas siempre desde el más absoluto respeto a la religiosidad y manifestación cultural que representan. La tradición cultual y cultural que encarnan las cofradías marteñas proviene de siglos atrás. Tenemos que agradecer a los estudios realizados, principalmente, por el doctor en Geografía e Historia Don Manuel López Molina la cuantiosa información analizada y difundida en su obra de investigación sobre el origen de numerosas cofradías marteñas, algunas de las actuales son herederas de las fundadas en la centuria de 1500 a 1600 (1). Concretamente nos informa de la fecha de fundación, entre otras, de la Cofradía de la Santa Vera-Cruz que fue a principios de la década de 1540 (2) la Cofradía de la Soledad a comienzos del decenio de 1580 (2) y que ésta hacía su estación de penitencia en la tarde-noche del Viernes Santo. Un poco posterior es la fundación de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno en 1596 (3). La obra de Don Manuel López Molina posee gran abundancia de datos e información relativa a la tradición religiosa y cultural de Martos incluyendo en sus escritos amplia información también de las Cofradías de Glorias: Santa Marta, María Stma. De la Villa, Cofradía de la Virgen de la Cabeza, San Amador, etc. Hoy, afortunadamente, perduran numerosas de estas cofradías que se enraízan en la historia marteña conservando un importante legado religioso y cultural e incluso lo acrecientan. La gran mayoría de Imágenes religiosas y enseres de las viejas cofradías marteñas se perdieron, unas veces como consecuencia de los lamentables hechos que se produjeron en el desarrollo de la pasada Guerra Civil española y otras como consecuencia de apropiación que hicieron algunos ciudadanos que, habiendo resguardado Imágenes y elementos de la barbarie de la guerra, ya nunca los devolvieron a los templos y cofradías. Hay otro patrimonio importante que se conserva y otro que, lamentablemente, se pierde, me estoy refiriendo a lo que ahora se denomina “el patrimonio inmaterial” que no es otro que las singularidades y características propias de ejercer las actividades que se desarrollan, el más claro ejemplo lo tenemos en la particularidad de la “trompeta de Juanillón” que gracias a la constancia de una familia marteña sigue compartiendo sus sones cuaresmales a los cuatro vientos de la ciudad tuccitana. En la parte contraria he de citar que en algunos casos, y no sólo en nuestra ciudad, se está perdiendo la singularidad de nuestro modo de procesionar tradicional en favor de algo parecido al “estilo sevillano”. Suena tan anormal en nuestras calles eso de “Mi alma....al cielo....”. En mi opinión tan extraño y artificioso como si se pronunciasen en otro idioma convirtiéndose en una imitación muy desacertada, desde mi punto de vista. De este modo se abandona la esencia de nuestras tradiciones que no son mejores que las de otras ciudades andaluzas, pero que tampoco son peores.  Dicho esto, ésta es sólo una crítica que pretende ser constructiva y que en ningún caso aspira a restar importancia a la gran labor que desde el punto de vista religioso, cultural y social desempeñan las cofradías marteñas, sea cual sea el modo en que prefieren manifestarse.

Hay otro aspecto que no puedo omitir en esta bienvenida y es el trazado urbano de Martos. Desde mi punto de vista es otra de las grandes singularidades de las manifestaciones religiosas en la calle que le infunden una especial belleza. Calles mayoritariamente estrechas y tortuosas, empinadas cuestas, templos, monumentos y rincones de una gran belleza. Este trazado nos regala preciosas visiones, lugares que invitan al recogimiento, a la oración, a la reflexión, a la contemplación cercana de la belleza de las Imágenes, a la emoción al oír en la madrugada las cadenas que son arrastradas en los adoquines de piedra en la madrugada del Viernes Santo. En estas calles es imposible la aglomeración de personas y por lo tanto posible el silencio, la cercanía, la interiorización. Este es sin duda otro de los distintivos singulares de nuestra manera de vivir estas celebraciones y por lo tanto debe ser otro de los muchos motivos de orgullo y una de sus peculiaridades más importantes en la celebración de los desfiles procesionales.

Sólo me queda ya dar las gracias a todos los que os asomáis a esta ventana que sólo pretende compartir sentimientos a través de imágenes.

José M. López Bueno - 2024

López Molina, Manuel: De la vieja historia marteña. Edit. Diputación provincial de Jaén, año 2002, página 61
López Molina, Manuel: Estudios de historia social y económica de Martos: 1500-1800, Instituto de estudios giennenses y Diputación provincial de Jaén, año 1999, página 103.
López Molina, Manuel: Estudios de historia social y económica de Martos: 1500-1800, Instituto de estudios giennenses y Diputación provincial de Jaén, año 1999, página 23.
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